POR QUÉ REALIZAMOS JORNADAS ABOLICIONISTAS
Realizamos estas Jornadas porque estamos convencidas de la existencia de fuertes condicionamientos
sobre la lucha contra el sistema prostituyente estableciendo
límites a su tratamiento restringiéndolo a la lucha contra la “trata
de personas”, de manera aislada del sistema
de explotación sexual que la produce.
Realizamos estas Jornadas porque creemos que el análisis
del sistema prostituyente debe visibilizar no sólo la complicidad de los
Estados, sino la activa participación, para que éste se concrete, del prostituyente - mal llamado
“cliente” - invisibilizado, justificado
y desculpabilizado por el conjunto de la sociedad.
Realizamos estas Jornadas porque queremos poner en discusión la explotación que el patriarcado
autoriza a realizar a los varones sobre las mujeres en la Institución de
la prostitución. Queremos cuestionar,
asimismo, la Institución del matrimonio
con el derecho de propiedad sobre las mujeres que conlleva, la subordinación,
la dependencia económica, el desprecio y desvalorización por el trabajo doméstico que se realiza en el
cuidado y atención de los niños/as.
Realizamos estas Jornadas porque queremos interpelar las
representaciones sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras personas que difunden
los medios de comunicación, desde los chistes machistas y sexistas, desde el
lenguaje, desde la educación, desde la cultura patriarcal.
Realizamos estas jornadas porque queremos poner en discusión los daños psicofísicos que la
prostitución produce en las personas.
Queremos dejar bien en claro que
no es “una manera fácil de ganar
plata”. Queremos visualizar conjuntamente la posibilidad de salir de esta
situación con el ejemplo de organización y lucha de las mujeres de la
Asociación Argentina de mujeres por los DDHH (AMADH).
Realizamos estas Jornadas porque queremos dar la palabra a
las madres y familiares de desaparecidas y secuestradas para la explotación
sexual. Exponer las dificultades que tienen para recuperar sus hijas, la fuerza
de esa lucha contra todos los obstáculos e impedimentos.
Realizamos esta jornadas porque queremos rescatar la
genealogía de la lucha del feminismo abolicionista que se remonta a Joshefine
Butler en Inglaterra y a Julieta Lanteri en Argentina y a tantas otras que han
sufrido como ellas violencias por defender los derechos de la mujeres a ser
consideradas personas y no “un bien de uso
a disposición” ó “un bien jurídico a tutelar”.
Realizamos
estas Jornadas porque queremos implicar a toda la sociedad en el análisis de
las formas en que ha organizado sus valores y su economía para que una parte de
sus mujeres sean condenadas a subsistir bajo condiciones de violencia y
explotación y que todas seamos signadas por la institución de la prostitución
y el hetero patriarcado como “mercaderías” con propietario.
Realizamos Jornadas porque tenemos la convicción de que la defensa de los Derechos Humanos como
ética política fracasaría si se instalara la prostitución como “destino de
vida”, si se instalara la convicción que las relaciones sexuales deben ser
basadas en el poder y el sometimiento que detenta el varón en el sistema
heteropatriarcal capitalista sobre mujeres, niñas, niños, travestis y
transexuales. Creemos que en esa
dirección se están encaminando las construcciones del pensamiento a nivel
internacional y nacional en el plano legal y cultural. Creemos que el instalar la prostitución como
“trabajo” no es una novedad, pero se re-instala con fuerza en la sociedad
globalizada, en la economía de mercado, donde las relaciones se mueven en la compra y en la venta de bienes y de
personas. Esta insistencia de significar
la prostitución como “trabajo” es también una buena excusa para
disminuir la desocupación estructural de las mujeres.
Finalmente realizamos estas Jornadas para encontrarnos,
intercambiar y pensar juntas. El enorme trabajo organizativo de nuestras
compañeras de cada lugar en que se realizan se ve compensado por la respuesta
obtenida desde todos los lugares en que las hemos realizado, con ponentes y
ponencias de alto valor de aportes, solidaridad de compañeras que nos dieron
invalorables “manos” para coordinar, artistas y periodistas que nos regalaron
sus voces y nos acompañaron, participantes que escucharon e intervinieron con
interés, constancia y compromiso.